La estampa digital.

La estampa digital es un término acuñado hace años que responde al desarrollo tecnológico que ha tenido el campo de la creación gráfica al acoger las nuevas formas de estampación en las que el ordenador es protagonista. Es difícil definir este concepto desde la facción del grabado sin cometer imprecisiones, ya que el propio termino de estampa digital parece referir cualquier imagen digitalizada, siempre y cuando se base en criterios artísticos. Por otro lado, la evolución técnica está rompiendo las fronteras clásicas en la creación de la imagen grabada y toda imagen creada a partir de un fichero informático. A día de hoy, por tanto, resulta complejo pronosticar cuáles de estos sistemas van a perdurar y cuáles van a pasar a la historia. Lo que sí parece claro es que el grabado se encuentra ante un tremendo reto ya que si no se conforma a los nuevos medios pronto quedará arrinconado como un resto arqueológico, y por otro lado, si se adapta a la época que le corresponde, es probable que pierda su particular idiosincrasia.
No podemos negarnos a la evidencia de que un cambio importante se está produciendo y hará falta un poco de perspectiva histórica para evaluarlo con consecuencia. Tampoco es la primera vez, ni será la última, que un avance tecnológico altera transitoria o definitivamente el curso de los acontecimientos remodelando los conceptos establecidos. La reflexión más importante que cada cual debería hacerse, quizá, ha de ir en función de aceptar el radical vuelco que se está produciendo en la estampa actual  y sopesar si la valía de una obra de arte depende de las cualidades del medio por el que está realizada, o si por el contrario, se fundamenta en su capacidad creativa.

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Las galerías e instituciones más prestigiosas ya cuentan en sus fondos con estampas generadas por ordenador y muchos estudios e imprentas se dedican a la producción dando servicio a los artistas de todo el mundo. Unos adoptan posturas exclusivamente digitales, otros han ideado técnicas híbridas combinando esos medios con los tradicionales, transformándolos y revitalizándolos, mientras que un tercer grupo sigue defendiendo el status del grabado artesanal. Pero, aunque la matriz se convierta en un intangible, la mayoría parece que sigue manteniendo la idea de estampa como objeto físico que pasa por la autonomía del papel u otros soportes. Unos años de convivencia irán decantando el inevitable cambio.

En 1998 se realizó una exposición en la Calcografía Nacional de título La Estampa Digital, que fue el punto de partida para muchas reflexiones. Allí se presentaron diversas propuestas en torno a la imagen generada por ordenador y las nuevas técnicas de impresión. En aquel momento, dice Gómez Isla, “tuvimos la sensación de estar asistiendo a un mestizaje singular entre disciplinas hasta entonces irreconciliables. Sin embargo, en esta muestra convivían sin aparentes conflictos medios tan dispares como el grabado tradicional, la infografía, la fotografía o incluso la propia escultura generada por ordenador. Todo esto se justificaba, no sólo por la asunción de las nuevas tecnologías bajo el término inglés print, sino también porque estos procedimientos se redefinían bajo el denominador común de imagen múltiple generada digitalmente. 

Digitalizar la imagen permite al artista manipular, combinar, materializar más rápidamente sus creaciones acudiendo a una gran variedad de fuentes: dibujo, pintura, fotografia, etcétera, permitiendo integrar los modos clásicos de estampación con nuevas imágenes, deshaciendo las fronteras que ya parecen impensables en el universo digital, una especie de aldea global o de globalización iconográfica.

Existe un texto básico, que con la velocidad a la que corre el soporte tecnológico ya va quedando algo anticuado, pero que por su claridad hoy recomendamos aquí. Fue publicado en el 2001 bajo la denominación original Digital Printmaking y pasó a traducirse al español como Impresión Digital (Anaya Multimedia, 2003). Escrito por Jane Stobart, Rosmary Simons, George Whale y Naren Barfield, en la segunda parte se puede obtener información sobre las técnicas y procedimientos, analiza los componentes del estudio digital y cómo procesar e imprimir imágenes bajo este sistema. Ofrece también informaicón sobre técnicas más avanzadas integrándolas al grabado en relieve, en hueco, serigrafía o litografía, habla del software como medio creativo y reflexiona sobre la estampación en la era de la comunicación. On line, puede acudirse de nuevo a las Técnicas Gráficas de Martin Riat en el que explica algunos conceptos y procedimientos (a partir de la página 206).

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Al otro lado, como consecuencia de la nueva concepción del artista general, y del grabador en particular, todo puede desembocar en que, según José Luís Brea”ya no existan obras de arte, sino trabajos y prácticas artísticas productoras de criterio y conocimiento, no de objetos; que las reflexiones no vayan siquiera hacia esas matrices de pixeles, sino a entender la propia red como matriz -quizá esté siendo el presente más inmediato- dando lugar a lo que ya es habitual denominar net.art (…)No existe el artista como tal; el artista es un trabajador, un productor, un ciudadano cuyo trabajo inmaterial -vinculado al afecto, al sentido, al deseo, al significado y al placer- debe considerarse como integrado en un equipo de producción. Se impone, pues, repensar las cuestiones de autoría, así como la propiedad intelectual. Los ingresos del artista del siglo XXI surgirán de la circulación pública de su trabajo inmaterial (…) Cabe reconocer un espíritu de activismo que concentra sus esfuerzos justamente en el desarrollo de tales “comunidades de productores de medios. En este caso se trata de “comunidades web”, que se encuentran e intercambian sus producciones generando sus propios dispositivos de interacción pública, sus propios “medios” (…) (El tercer umbral, 2004). Puedes descargarte gran parte de la obra de José Lúis Brea aquí.

[Fuente imágenes: superior: David Hockney. The Studio March 28 th, 1995. Impresora Iris de chorro de tinta sobre papel. Nash Editions, California; central: Peter Halley y George  Whale.Exploding Cell, 1997-2000. Creada e impresa a partir de un proyecto interactivo online para el MOMA; inferior: Charles Long, the internalized page project, 1998. Muse [X] Editions. California]

 

Fuente: http://fcom.us.es/blogs/tecnicasdegrabado/2010/01/13/la-estampa-digital/